Jueves, 02 Abril 2020 09:33

Teletrabajo Docente

 

 

En nuestro ámbito educativo no podemos estar ajenos a la realidad de nuestro alumnado y sus familias, incluso a la nuestra propia como docentes y personas con familia también.

Estamos poniendo al SERVICIO de esta situación sobrevenida, lo mejor de nosotros mismos: LA VOCACIÓN DE SERVICIO; la mejor de nuestras respuestas posibles: invirtiendo más horas de trabajo, flexibilizando nuestros horarios, poniendo nuestras propias herramientas tecnológicas (con las dificultades que ello conlleva, con fallos a veces en nuestros aparatos); atendiendo a nuestro alumnado y su familia, algunos en circunstancias personales de salud deteriorada; haciendo de nuestro espacio privado un lugar público y acogedor; arrinconando otras prioridades personales para atender a nuestro alumnado; cuestionándonos a cada momento si lo que hacemos es lo justo y lo correcto, o estamos acrecentando las diferencias y lo que cada día nos preguntamos es dónde y cómo están los que no están.

Desde el sector de enseñanza de CGT entendemos que LA CLASE TRABAJADORA SOMOS UNA. Siempre la más perjudicada, la que paga todas las crisis, SIN EMBARGO NO NOS ROBAN LA ESPERANZA Y LA SOLIDARIDAD.

La presión educativa por los resultados, nos sitúa en una concepción de la enseñanza donde LO IMPORTANTE PARA NUESTROS GESTORES, que debieran ser los principales garantes de la EQUIDAD EDUCATIVA y la EDUCACIÓN REAL, ES LA PRODUCCIÓN, en vez de los procesos. De su forma de proceder, se deriva lo que en verdad somos para ellos: mano de obra que produce sin interrupción¿alguien piensa que ahora estamos educando? Intentamos ¿enseñar?, ¿educar?, ¿entretener?...

Entendemos que ante una situación como la que nos sorprendió y nos sobrecogió a todos, la primera reacción fue responder inmediatamente, con improvisaciónsin embargo transcurridas más de dos semanas, tenemos más información de la realidad. Actualmente estamos comprobando cómo, a pesar del desmesurado esfuerzo del personal docente trabajando prácticamente todo el día, las diferencias entre el alumnado con más medios y apoyos familiares y el alumnado con desventajas de todo tipo se están acrecentando. Cada alumno tiene una situación particular y, en estos duros momentos hay quienes no solo deben preocuparse por hacer las tareas académicas sino que realizan tareas de cuidado de familiares.

¿Eso es evaluable?, ¿vamos a cuantificarlo?...

Por todos ellos y sus compañeros, la enseñanza presencial no es sustituible por la actual formación-invención online. Haremos todo lo que está en nuestras manos y más, como lo venimos haciendo siempre, para atender las necesidades de nuestro alumnado, pero lo que no podemos asegurar en ningún caso, es que nuestro alumnado está aprendiendo con nuestras propuestas de trabajo. Ni aun cuando consigan realizarlas y reenviárnoslas porque cuenten con suficientes medios informáticos o apoyosfamiliares.

Al igual que en la sanidad, esta situación está provocando que muchas personas ahonden en la idea de que realmente los servicios públicos son esenciales porque garantizan justicia y equidad social.

A la vez, se están dejando ver los recortes que año tras año hemos sufrido en el sector de la enseñanza pública, ejemplos hay muchos, desde el número descendente de docentes interinos así como del personal que atiende al alumnado con necesidades educativas, el cierre de líneas en beneficio de la concertada o privatización de los comedores escolares.

Seguramente cuando regresemos a nuestras aulas el paisaje que haya dejado esta crisis sea otro, con alumnado que ha perdido familiares y no han podido construir bien su proceso de duelo; con familias más empobrecidas o totalmente empobrecidas; con desfases curriculares; con problemas afectivos y psicológicos; con peor condición físicaahí es donde instamos a nuestras Administraciones educativas a poner el foco de este parón educativo. Seguramente será necesario reajustar tiempos y programas educativos, será necesario aumentar la plantilla docente para atender todas las necesidades educativas derivadas de esta crisis, contratar más profesionales para atender los problemas psicológicos y sociales derivados del encierrodonde la escuela vuelva a ser un lugar del cuidado mutuo y no se imponga la filosofía actual del sálvese quien pueda.

Una vez más la educación nos salvará de otros virus que nos hacen enfermar de intolerancia, ignorancia e insolidaridad.

Siempre y cuando se tomen ahora y en un futuro próximo las medidas adecuadas.

Desde CGT os pedimos MEMORIA, CONCIENCIA y LUCHA.

Memoria para reconocer las miles de veces que nuestros maestros y maestras han trabajado para hacer una escuela más justa, más solidaria, más inclusiva, más

tolerante, más crítica y más igualitaria.

Conciencia de clase para recordar quiénes están a tu lado.

Lucha para seguir reivindicando en todo momento lo nuestro, lo público, lo común.